jueves, 15 de mayo de 2014

SEGUNDO ENCUENTRO NACIONAL DE CAUSAS PENALES - ROSARIO 10/05/2014

El sábado 10 de mayo de 2014 en la sede de ATE Rosario se realizo el segundo encuentro de causas penales con diversos estados de impunidad que se tramitan a lo largo y ancho de la Argentina. Causas que abarcan un amplio horizonte social, como la de Agustina Lebos de Tucumán, Cromagnon, asesinados del 2001 en Rosario y Santa Fe, Maximiliano Kosteki. Kiki Lezcano de Villa 20, Diego Nuñez, Perassi de San Lorenzo, Inundaciones de La Plata, Santa Fe y el Alud del Rodeo Catamarca, entre otras. Se compartió sus historias de impunidad total o parcial, sus avances y obstáculos y principalmente, el entramado socio-económico, político, judicial y el accionar de las llamadas “fuerzas de seguridad”.
En una palabra, la matriz ejercida sobre todas ellas que revelan puntos comunes del accionar del Estado Argentino expresado en su expresión nacional, provincial o municipal, de sus poderes concentrados en lo social y económico que demuestran claramente una matriz de impunidad ejercida con diversos grados de segregación político y social en todos los sentidos.
Estas causas intentan un camino de Justicia, Verdad y Memoria, cimentadas en un sendero que viene desde lejos y que fue parido por las luchas del pueblo argentino. No están divorciadas de nuestra rica historia, todo lo contrario, nos interpelan y nos comprometen. Muchas de ellas, iniciadas en una casi completa orfandad, discriminadas y hasta incomprendidas. Cercadas por el accionar impune y a su vez mediático, de un poder estatal expresado en funcionarios públicos y políticos específicos, elegidos a través del voto popular, que no constituye por si mismo ningún salvoconducto de inocencia ante hechos de su directa responsabilidad, comprometidos muchas veces con el poder privado, de fuerzas corporativas, que buscan constantemente no solo encubrir estas violaciones a los derechos humanos, sino también aislar, dividir, desprestigiar y hasta desequilibrar humanamente a sus denunciantes.
Los hechos que derivaron en causas judiciales, abarcan desde el asesinato perpetrado por fuerzas policiales, gatillo fácil y torturas, la desaparición de ciudadanas y ciudadanos, la muerte y el estrago producidos en inundaciones, el encubrimiento y mora judicial asfixiante, la trata de personas, la violencia sexual y posterior asesinato, la violencia de género y femicidios, los asesinatos de testigos en juicios de crímenes de lesa humanidad, sociales, laborales, o de denuncias represivas, las muertes evitable de nuestros de niños, jóvenes y mayormente de personas pobres. Todos, realizados en forma abierta o encubierta, instigados sin ninguna duda, por las mismas fuerzas represivas que lo produjeron con anterioridad.
Casos de enriquecimiento ilícitos, corrupción y negociados estatales y privados que determinan muertes masivas, ante tragedias evitables, muerte de centenares de argentinos convertidos en tragedias ante fenómenos naturales advertidos previamente, accidentes colectivos que poseen un claro contenido doloso, asesinatos en unidades penales provinciales o nacionales.
La ruptura del tejido social operado por planes de gobierno de neta dependencia económica hacia los sectores dominantes ha instaurado sin ninguna duda la existencia de la miseria planificada. Estos hechos históricos dejan como resultado y saldos la existencia de violencia y hechos aberrantes de contaminación social como es el narcotráfico, la trata de personas, la esclavización laboral, sostenidos por un entramado judicial, laboral, policial y desde los mismos resortes del Estado que por incapacidad, connivencia, alianza criminal, o asociación ilícita con los mismos, abren un panorama no solo desesperanzador sino sumamente peligroso para un Estado de Derecho, al ser el mismo Estado el ariete que ataca a sus ciudadanos.
Es ya común en nuestra patria que este clima social de desprotección de todo tipo ejerza una indefensión que domina territorialmente las ciudades en sus cordones más pobres. Estas acciones localizadas, delimitadas e intencionalmente ocultadas por políticas determinadas poseedoras del discurso de superficie de una “inclusión social” que nunca es suficiente, ni pueden elevarse al concepto de integración total de los sujetos individuales y colectivos con derechos integrales.
Esta política y concepción ideológica es abarcativa de una “contención social” cínica y adormecedora, encubriendo la trampa de la división social estratificada, de los sectores más estigmatizados, sindicados como los poseedores de todos los males sociales, que subdividen a los más pobres contra otros pobres, “buenos o malos”, “sumisos o rebeldes”. Se dividen nuestras ciudades invisiblemente como objetos de políticas y agendas de seguridad o ensayos represivos, ocasionando en forma planificada la existencia traumatizada de ciudadanos sin ciudadanía, al no poder acceder a una buena calidad de justicia, sin la presencia de los tan mentado “derechos adquiridos” que se transforman en la práctica en la desaparición de los mismos al identificarse sobre millones de argentinos una pobre existencia, sin acceso a estos derechos.
Salud social contaminada, sin derechos plenos de trabajo, buena educación y salud o carencias de viviendas dignas. Se ha edificado en estos 31 años de democracia un discurso burocrático del englobamiento cultural de la pobreza que sobrevuela minuto a minuto y que se traduce en la práctica, que los mismos son sólo merecedores de pobres valores de derechos. El acceso a los derechos constitucionales se convierte así en letra muerta, tras un plan sistemático de impunidad de los gobiernos, continuos violadores de estos derechos, esta exclusión se socializa al incluirlos sólo en posibles derechos cercenados de todo tipo, se reduce también como reflejo económico - político de esta situación a la básica ayuda social estrictamente contenida en un escalonamiento diferencial, que a la larga solo hace perdurar su estado de indefensión humana, que se justifica en las distintas esfera del mismo Estado. Estado convertido en cercenador serial de derechos, al quien al mismo tiempo le está todo permitido por ser la figura jurídica poseedora del poder.
El autoritarismo que encierra esta pobreza de derechos reales, abarca el ejercicio estatal, tanto en lo estrictamente publico como en su alianza sostenible con el llamado “esfuerzo privado” en un supuesto contenido social. No se hace otra cosa que establecer la escala de valores reales que transforma al mismo Estado en un violador serial, al discriminar en su accionar, privilegiando a las distintas clases de ciudadanos, en un escalamiento social claramente apartado de la totalidad de derechos humanos desde los más elementales a los más profundos.
Esta construcción camuflada, totalmente desequilibrada y justificada, ejerce una presión social incontrastable hacia los sectores más pobres, sólo merecedores de esfuerzos insuficientes, que al no colmar la demanda social se transforma en esfuerzos represivos de control social. Son en definitiva, la llamada seguridad ampliamente focalizada sobre la pobreza y conservadora hacia la propiedad privada de todo tipo, subordinando y atacando el derecho a una vida plena con distinto grados de agresividad según el lugar que se ocupa en la escala social.
Esta política se desarrolla separando las causas reales y superponiendo justificaciones ficticias desparramadas bajo un conjunto de preceptos culturales que envuelven el reclamo más elemental de los sectores más necesitados como es el caso del legítimo reclamo de Justicia convertido en una necesidad y que en la gran mayoría de las veces queda sin respuesta. Todo esto se refuerza como un castigo anticipado en la imposibilidad económica de litigar con igualdad. Y cuando se litiga, se atraviesa por la burocracia judicial, con tardanzas inacabables y un tratamiento funcional ampliamente ofensivo, legitimado por la misma y mal llamada “Justicia”.
La visibilidad social y mediática de estas luchas, es una necesidad popular, urgente e imperiosa.
Hoy se plantea la necesidad de una causa justa que movilice todas las fuerzas contenidas en estas causas y a su vez intente irradiar y construir una solidaridad social, de todos sectores más permeables a estos reclamos, que permita sostener la lucha contra la impunidad social, política y económica de los poderosos y a favor de los mas débiles, a nivel local, regional y nacional.
La igualdad social de derechos se ha travestido en Argentina tras el manto de una democracia profundamente endeudada con sus propios gobernados. Volver a sostener esfuerzos de luchas por la vigencia de los derechos humanos no puede desconocer, no puede dejar de ver, ni dejar de oír el presente de estos clamores.
La lucha por las violaciones del pasado, se revitaliza con las luchas de estos presentes. Uniendo el ayer y el hoy se rebela más que nunca como una necesidad de existencia del pueblo argentino. Este es el basamento sobre el cual avanzamos a nuevos encuentros para así hacernos visibles y proponer políticas activas que nos defiendan y posibiliten nuevos pasos de Justicia, Verdad y Memoria de todos y para todos.
MEDH SANTA FE

miércoles, 30 de abril de 2014

DOCUMENTO A 11 AÑOS DE LA INUNDACION DE SANTA FE

Inundados de ayer, inundados de hoy, de aquí y de todo el pais, a los inundados por venir.
Un nuevo año ha pasado y volvemos con otro 29 de abril a cuesta. Con todo lo que somos, como individualidad humana y ciudadana, con nuestro reclamo colectivo, con la consigna de Justicia, Verdad y Memoria, de juicio y castigo a todos los responsables. De cárcel a los inundadores, de destitución de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe.
Todo lo que expresamos a lo largo de estos largos 11 años, siguen aquí intactos, con todos los dolores, con toda la perseverancia testificada en incontables muestras de luchas, movilizaciones, escraches, piquetes, asambleas, testimonios vivos, cientos de charlas, de cientos de puertas que se abrieron, que nos demostraron que cuando una lucha es justa, la solidaridad humana y social no es ajena a los corazones y las mentes de los santafesinos y de todo el pueblo argentino e incluso de personas no nacidas en estas tierras, que siguen vinculadas por lazos irrompibles gestados en la inundación evitable del 2003 y el 2007.
La verdad y la memoria en esta plaza nunca han estado ausentes, la que todavía no vino nunca es la Justicia. Esta justicia provincial enceguecida de Impunidad política, que sigue protegiendo a los principales inundadores. REUTEMANN se sigue apañando cobardemente en sus fueros para declarar por escrito en esta causa que lo involucra como principal responsable de las muertes del 29 de abril del 2003. Hoy ante la catarata de pruebas demostradas en las audiencias de junio y julio del 2013, vuelve a buscar protección política, lo hizo en el 2006 recostándose en la universidad tecnológica sobre la falda del kirchnerismo, ahora lo intenta en un nuevo reposicionamiento nacional al lado de Mazza.
El otro gran inundador, Jorge Obeid, hoy fallecido, fue diferenciado de cualquier mortal santafesino, por el simple hecho de morir, lo pasaron al pedestal de todas las virtudes. La hipocresía de la mayoría de los partidos políticos con representatividad, fue acompañada por una cantidad considerable de comunicadores mediáticos. En la evaluación periodística y política se callaron la boca y se la llenaron de impunidad, no lo vincularon con la mayor tragedia de esta ciudad. Se olvidaron de la inauguración de la defensa inconclusa del oeste, se olvidaron de su frase asustada con referencia al movimiento de inundados cuando se escondió en el obispado en el 2003, y dijo “son cuatro locos que protestan”. Se olvidaron de la inundación del 2007.
Hoy el concejo municipal de esta ciudad le puso su nombre a la sala de sesiones, mientras el nombre de ningunos de nuestros 158 muertos del 2003 y los tres del 2007, no figuran en esta su ciudad, están en el olvido, no aparecen en ninguna parte.
La invisibilidad del crimen hídrico sigue siendo moneda corriente y parte constitutiva de esta política de camuflaje de muchos sectores políticos y económicos, también del actual gobierno provincial y nacional. Mientras la visibilidad de los inundadores se pondera, se defiende, se agasaja de cargos o puestos públicos, se recuerda hasta con pleitesía como el caso de Mecier esperado en la playa de estacionamiento por personal de la Corte Suprema de Esta provincia para acompañarlo hasta la sala de audiencia de su declaración.
Por eso decimos, sin faltarle el respeto a nadie que la muerte no constituye ningún valor reparatorio para nadie, ni factor de redención política. En la memoria del pueblo santafesino, no podemos olvidar los profundos daños que hicieron estos gobernantes, sus apoyos a las privatizaciones, las exenciones de impuestos a las grandes cerealeras, a las automotrices y las multinacionales que nos explotan y contaminan. Los decretos de ayudar solo a los sectores económicos poderosos en la segunda inundación del 2007, la insensibilidad de no dar muestra de ningún gesto solidarios con los casi 80.000 santafesinos que volvieron a sufrir el mismo flagelo por la desidia de Obeid y Balbarrey.
Hoy por hoy muchos fariseos se olvidaron de su prontitud de ocultar todo lo ocurrido en esta ciudad el 29 de abril del 2003 y un 29 de marzo del 2007. Se olvidaron de las maniobras por esconder la verdad, por tejer impunidad sobre el 2003 y el 2007.
Una parte se hizo desde el ente de la famosa reconstrucción. Desde ese lugar se inspiró como política pública la mayor maniobra anticonstitucional jamás vista, se inspiraron para realizar la más cruel de las injusticias llevadas a cabo por el Estado santafesino. Planificaron una lobotomía gigante y masiva, con bendición eclesiástica, de que el dinero de ayuda se hacía a cambio de impunidad.
Esta maniobra contra los barrios inundados fue programada con presicion quirúrgica, para confundir, aquietar, dividir y hacer aceptar a la ciudadanía más golpeada, la miseria jurídica más ilegal de toda la historia santafesina, instalando el todo vale, que contra el Estado no hay derecho que valga. Los ciudadanos debían renunciar al derecho de demandar para recibir una ayuda mezquina y desigual. Se equipararon, sin ser comparable, con la Dictadura Militar genocida, se auto-dictaron su propia amnistía política a través de medios ilegales, intentando tapar todos los desastres que hicieron. Esa operatoria nefasta y cruel sobre casi 140.000 santafesinos es la verdadera tumba política que los ciudadanos inundados reconocemos, la otra no nos pertenece.
Nadie levanto la voz sobre esto, nadie se acordó de la impunidad de Jorge Obeid, ninguna facultad de derecho, ni publica ni católica, ningún diputado o senador, ningún juez ni fiscal, todavía ha formulado ninguna investigación de cómo, para recibir una ayuda estatal, se debe renunciar al derecho constitucional de obtener justicia. Ningún político, ningún constitucionalista, que en esta provincia hay para hacer dulce, parecen acordarse de estos hechos que llevamos sobre nuestras espaldas. Por eso decimos con justicia, con nuestro loco entender de la lucha por la justicia, que la verdad y la memoria están depositadas en todos ustedes, en el propio rescate colectivo que hizo el pueblo santafesino, que la lucha nunca ha estado ausente en esta plaza.
Los que se olvidaron de todo esto y aceptaron a Reutemann y Obeid, como sus candidato son dueños de sus propias elecciones.
Nosotros elegimos nuestro propio camino de conciencia, que la dignidad no se vende, no se rinde, ni es descartable ni reutilizable. No se puede lavar ni volver a planchar. Nuestra lucha ha sido clara desde el primer día hasta hoy.

Hoy por hoy, la famosa justicia santafesina está comprometida con lo declarado por 26 testigos durante las audiencias de sentencia del año pasado, tuvieron que pasar más de 10 años para que acepten las pruebas que Patrizzi rechazó. Los fiscales y el juez de sentencia tienen el mandato constitucional y la obligación de abrirles causa e incorporarlos como acusados a Reutemann y a Mercier. Es más si quisieran, y no estaríamos disconformes, a todos los funcionarios de los gabinetes de Obeid y Reutemann.
Porque todos los que participaron de la supuestamente olvidada reunión del 29 de abril del 2003, aquí, en esta casa de gobierno y vieron el famoso mapa de hasta donde llegaría el agua, fueron cómplices participativos de haber callado.
Una vez más se lo pedimos, una vez más se lo decimos a esta justicia sorda, que están claros los grados de responsabilidad política de la inundación de Santa Fe del 2003, o hacen justicia o váyanse a sus casas, no nos roben más. Pongan Uds. La responsabilidad que tienen que poner, nosotros ya les dimos todos los elementos, no hay justificación para no actuar. ¡Hay 158 muertos, ¿qué más necesitan?! No le tengan miedo a la Corte Suprema de Justicia de esta Provincia, porque si lo hacen estarán cumpliendo con su trabajo, el pueblo se lo agradecerá por siempre, si no lo hacen se transforman en vendedores de impunidad, se llevarán puesta una mancha imborrable y el repudio popular de por vida como lo tienen Favaretto, De La Torre, Candioti, Urdiales, Patrizzi y toda la Corte de la Suprema INJUSTICIA.

Sobre la situación actual de nuestra ciudad, repetiremos… que volvemos a ver la degradación política de los actuales campeones del maquillaje.
Ahora tenemos otro nuevo galardón, con el intendente Corral a la cabeza, somos la alegre ciudad resiliente, Que nos significa en la práctica este premio virtual… en pocas palabras, somos ahora la ciudad avanzada, de las defensas terminadas, pero también somos en nuestros barrios la mejor encerrada para lluvias intensas porque los desagües no se terminan nunca o no existen, las obras necesarias con este ritmo se hacen a paso de tortuga, mientras se destinan rápidamente millones para mejorar los bulevares ricos, y el puerto privatizado donde tienen puesta el alma de su iluminada Santa Fe del TC 2000.
De una cosa estamos seguros, ahora podemos y debemos sonreír cuando nos llega el agua hasta las rodillas así el Intendente nos puede ver con las nuevas cámaras con que ha sembrado la ciudad. La teatralización de los actos de gobierno ya no tiene límites, lanzan todas las semanas un desaforado marketing político, total las consecuencias cuando llueve copiosamente o crece el Salado o el rio Paraná, o cualquier otro fenómeno natural previsible, lo soportan principalmente el arco de pobreza que circunda la ciudad, los pobladores más pobres, los más necesitados, los marginados de obras y asistencia reales, los desocupados, los pibes NI, los que no tienen nombre ni imagen, los que son solo cifras cada fin de semana sangriento.
Seguimos escribiendo la historia de las dos ciudades, la de las luces, que iluminan circuitos callejeros nocturnos, puentes colgantes y casinos y la de las sombras, las de calles enteras sin desagües, las de piletas barriales cerradas por vías y avenidas. Las de días completos sin luz, las de barrios aislados sin transporte público, la de la emergencia de seguridad con operativos masivos que nunca se van a ocupar del verdadero dueño de la pelota en el narcotráfico que son los soportes financieros que lavan los dineros en efectivo de este flagelo. Mientras la realidad inexorable nos rodea, con la segura la inflación de todos los días, de la salud que no se acomoda nunca, de la educación insuficiente, de la necesidad de viviendas dignas que agoniza en cada sorteo o en cada desalojo, siempre faltan presupuestos que ataquen las condiciones estructurales de la pobreza y la injusticia social. Mientras las cien mas grandes empresas de esta provincia no pagan ingresos brutos, mientras la empresa belga argentina que tiene consecionado el río Paraná se llevo en los últimos 10 años 2.800 millones de dólares de ganancias.
El control social se lleva a cabo sobre los pobres, ensayado en Rosario por la gendarmería nacional y en los barrios del oeste por la policía provincial, estos ejercicios represivos no tienen el fin de acabar con el narcotráfico, porque al narcotráfico se lo construyo políticamente, económicamente, estructuralmente con la miseria planificada, con la concentración económica más feroz de los últimos 25 años. Se lo decimos con todas las letras, si quieren agarrar al mayor asesino serial que tiene esta provincia, con 9 muertos en diciembre del 2001, y 158 muertos por el mayor crimen hídrico de nuestra historia, atiende en Buenos Aires, y tiene su aguantadero como senador nacional y se llama Carlos Alberto Reutemann.

En estos once años se han sucedido desastres, a lo largo y ancho del país: aludes en Tartagal y Catamarca, inundaciones en La Plata, Buenos Aires, Luján y Neuquén, por mencionar algunos. Todos estos hechos no son caprichos de la naturaleza sino el producto de desidias políticas que tienen responsables y que más temprano que tarde tendrán que dar cuenta ante la justicia y pagar por lo que no hicieron.
Cuando ocurren estos hechos, todos los ojos miran a Santa Fe. La causa de la inundación es emblemática, genera expectativas respecto a si la justicia argentina alguna vez llegará a los responsables políticos. Podemos decir que no es menor lo que hemos logrado. Tenemos un ex intendente, un ex ministro de obras públicas y un ex secretario de asuntos hídricos, procesados por estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas. Por primera vez en la historia santafesina, hemos logrado que dos ex gobernadores y un ex ministro de hacienda y de obras públicas por dos periodos, tengan que ir a declarar ante estos tribunales.  A Todos ellos y ante esta justicia que es de ellos, luego de once años inclaudicables, les hemos brindados pruebas suficientes para acusarlos, pruebas que ningún fiscal ni juez de instrucción pudieron hallar porque ni las buscaron, al contrario, las escondieron a pocos metros de sus despachos. Tendríamos que poder juzgarlos a todos, a los inundadores políticos y estos jueces incapaces al mandato judicial otorgado por el pueblo santafesino. Recientemente, el Juez Cristian Fiz rechazo el planteo de prescripción presentado por la defensa de Alvarez y entre sus argumentos plantea que si es mucho el tiempo transcurrido para el imputado, ¿qué queda para las víctimas?, en un claro reconocimiento de la mora y consiguiente ausencia de justicia.
Estos logros han sido producto de una larga lucha. Lucha que debemos seguir y ampliar, uniéndonos en nuestra Patria con muchísimas causas impunes de toda naturaleza, que están bañadas por el río mas calido para el conjunto de corruptos y responsables de pérdidas de vidas argentinas. Ese río verdadero que nos contamina diariamente y que TAMBIEN debemos torcerle el brazo, porque nos inunda de injusticias, se llama IMPUNIDAD POLITICA Y JUDICIAL. Este es el próximo limite a romper, la mejor defensa que podemos edificar para nuestros hijos y nietos, como posibilidad cierta de construir un pais para todos.
Por la memoria de nuestros muertos, los del 2003 y los del 2007, por los de la ciudad de La Plata, los de Catamarca y de tantos lugares.
Por la dignidad y la coherencia de todos los que nunca faltaron a la cita en esta plaza. Volvemos a decir, con voz franca y solidaria, Inundados de ayer, inundados de hoy, de aquí y de todo el pais, a los inundados por venir, la lucha es inmensa y despareja, pero tenemos algo que ellos no tienen y no tendrán nunca. Nos rescatamos a nosotros mismos. Solo el pueblo salvo al pueblo.
Por el derecho que tenemos y porque nos merecemos vivir en una ciudad y un país, donde la vida sea el bien más preciado y respetado.


JUSTICIA PARA NUESTROS MUERTOS Y ENFERMOS

JUICIO Y CARCEL A TODOS LOS CULPABLES

CONFISCACION DE TODOS SUS BIENES

DESTITUCION DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

INDEMNIZACION PARA LOS AFECTADOS


Documento elaborado por la Asamblea de Inundados:

Carpa Negra
Marcha de las Antorchas
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos
Iglesia Evangélica Metodista Santa Fe
Asociación Civil Juanito Laguna
Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI)
Madreselva
Proyecto Revuelta
Organización territorial El Cuco
ALDE
MATE
Martín Fierro
Materia
Senderos
Convergencia Socialista
PCR
JCR
CCC
MST
ANUSATE

ADHIEREN A ESTE DOCUMENTO
ATE Rosario

CTA ROSARIO

ACTO A 11 AÑOS DE LA INUNDACION DE SANTA FE - IMAGENES


















martes, 25 de marzo de 2014

SANTA FE - ACTO A 38 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA - DOCUMENTO E IMAGENES

Marchamos nuevamente hasta esta plaza, fiel testigo de múltiples luchas de santafesinos y santafesinas. Nos guían vivencias transparentes ¡que nadie nos puede quitar! Hemos recorrido mil veces los rostros de nuestros compañeros y compañeras secuestrados, desaparecidos, caídos en la lucha, ¡asesinados!

Hemos reclamado desde aquí por sus hijos e hijas secuestrados, privados de su identidad. Con inmensa  alegría nos hemos conmovido ante cada identidad recobrada. Conscientes que lo recobrado ha sido fruto de la lucha, lucha y movilización contra las leyes de Obediencia debida; de Punto final y contra los Indultos. Y también por haber abierto los juicios contra los crímenes de lesa humanidad y genocidio. En esta plaza donde sus protagonistas, leyeron las primeras sentencias contra los torturadores y asesinos.

Llegamos con todo a cuestas donde el ayer y el hoy no se separan. ¡Aquí están las cenizas de una luchadora, Norma Biegkler, madre de Plaza de Mayo! Y porque en el hoy siguen presentes las acusadoras cruces de las inundaciones del 2003 y del 2007 que representan la impunidad y corrupción política por acción u omisión: Reutemann, Obeid, Binner, y esta justicia santafesina que no se cansa de repartir impunidades

Llegamos a 38 años de la Dictadura cívico-militar genocida instaurada el 24 de marzo de 1976. Seguimos transitando nuestras historias, jalonadas de múltiples luchas, interpretadas por actores políticos y sociales. Donde los rostros de Jorge Julio López  y Silvia Suppo nos siguen llamando al compromiso. Luchas que reavivan a cada paso los sueños socialistas inconclusos y el compromiso por la verdadera igualdad,  justicia, democracia e independencia.

¡Volvemos! cada 24 de marzo, con la poderosa carga heredada. Con los anhelos de ayer, con los construidos hoy, para hacer creíble que hay solución a los padecimientos diarios  del pueblo trabajador que las crisis estructurales y cíclicas con su regreso inexorable, infringen y dañan la vida de todos los argentinos. Con seguridad decimos: ¡que es mentira que puede haber salida dentro del marco capitalista! ¡Pero salida hay!   No venimos sólo a conmemorar una fecha, llegamos unitariamente. Nos une la seguridad de construir una Argentina para todas y todos que pueda unir a las y los oprimidos y explotados del mundo.

Venimos con diferentes creencias, conscientes de expresar experiencias múltiples. Sabiendo que sólo la lucha y la discusión genuina, pavimentan la base. Con objetivos políticos claros, basados en una unidad de acción, transformadora y real, y no de maquillaje.  Por eso, creemos necesario hacer nuestras, las palabras de un luchador empedernido, de un trabajador y dirigente de la clase obrera que nunca resignó sus convicciones. Ni ante una dictadura, ni cuando fue perseguido por la Triple A en el gobierno de Isabel Perón. Agustín Tosco dijo: “Para que todos juntos, trabajadores, estudiantes, hombres de todas las ideologías, de todas las religiones, con nuestras diferencias lógicas, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea el lobo del hombre, sino su compañero y su hermano”.

¡Volvemos siempre! Porque hay una ética en la lucha por los derechos humanos de ayer y de hoy, sin discriminación alguna. La bandera de independencia política, no se confunde como lo hacen a diario las diversas burocracias sindicales. Se sostiene perseverantemente, con coherencia, contra las claudicaciones manifiestas de otros sectores, con la dignidad de nuestras fuerzas, sin oportunismos, con independencia de los gobiernos de todo “pelaje”.

De una vez por todas, debemos hacernos cargo que es necesario un nuevo poder y un nuevo Estado que nos albergue, que defienda las riquezas generadas por  la clase trabajadora. Un Estado que defienda las conquistas populares como producto de las luchas y no de alguna dádiva gubernamental.

¡La vida merece ser vivida con la convicción que existe un horizonte de  realización, social y colectiva! Hay mucho camino recorrido, las luchas de la clase obrera, de opciones revolucionarias y de transformación histórica, la de los derechos humanos, y en ellos incluidos los de las personas con capacidades diferentes, los de la diversidad sexual, los de las mujeres trabajadoras. ¡Por eso es importante la Memoria. Reconocernos en este presente venturoso, no exento de grandes sacrificios, donde la “defensa de los derechos humanos” se vivifica a cada paso.

Cuando se producen ataques a las condiciones de vida, cuando la judicialización de la protesta social se convierte en norma de represión política sindical, como es el caso de muchísimos luchadores. El ejemplo paradigmático es el de los torturados petroleros y víctimas al igual que muchos testigos de un juicio plagado de irregularidades. Por eso preside hoy nuestro acto, la bandera de Absolución de los trabajadores petroleros de Las Heras (Santa Cruz), condenados a prisión perpetua. Mientras que la presidenta es cómplice de su condena, nosotros hemos multiplicado los comités por la absolución: son dos actitudes, son dos clases enfrentadas. ¡Ya no alcanza  el doble discurso de una! Son muchísimos los argentinos que reaccionan, como así mismo la solidaridad internacional se vuelve intensa ante las aberraciones de esta justicia y este gobierno.

Lo hacemos por esta tierra que habitamos y en la continuidad de nuestra hermandad latinoamericana que es también solidaria con todos los pueblos que sufren en el mundo los ataques despiadados de las soberbias imperialistas.

Venimos por todos ellos, con sus diferencias de tiempos históricos, notables y precisos, por los 30.000 compañeros desaparecidas y desaparecidos. Pero también por los muertos y desaparecidos en la democracia burguesa de Alfonsín, de Menem, De La Rúa, de Néstor y Cristina Kirchner. Ninguno de ellos en cualquier punto de la historia nos es extraño ni separable, no constituyen un mal menor, son tan muertos y desaparecidos como los de la dictadura genocida.

Venimos por nosotros mismos con nuestros propios pasos, porque en la batalla por la vida somos uno y somos todos. Entendemos que somos portadores de esperanzas, de ecos poderosos, porque todos nuestros muertos siguen vivos y vivas si nosotros no aflojamos en esta pelea. Están aquí y se dan la mano.

Por todo esto es que estamos aquí y porque lo decidimos, porque queremos estar. Porque en esta plaza nos encontramos los que estamos en las calles. Porque acá están, entre los nuestros los procesados por pelear, los que no resignan las consignas de lucha. Los mismos que repudiamos la entrega de nuestras riquezas al capital inmobiliario y empresarial concentrado. Somos esos mismos que reclamamos una política seria de hábitat, gritamos: ¡Ni un peso a la empresa privada para resolver las necesidades de nuestro pueblo! Y abrazamos a Santa Rita, ese barrio que nuestras manos edificaron, ocuparon, y que la misma burocracia que los abandonó, luego los desalojó, así como hoy abrazamos a Las Delicias que resiste el desalojo. Somos éstos, los que nos encontramos luchando, porque del otro lado están ellos, los que negocian con las necesidades de nuestro pueblo, los serviciales al negocio de la especulación, los que desalojan a  los trabajadores de nuestras plazas, los que reprimen a nuestros chicos que se ganan el mango en los semáforos, los que explotan compañeros en cuadrillas precarizadas disfrazadas de pseudo cooperativas.

Y los repudiamos a ellos, por sus prácticas, sus intimidaciones de desalojos y expulsiones, las de un gobierno municipal cuya agencia de hábitat funciona como una inmobiliaria que desaloja más de lo que construye y lo que construye, vergonzosamente profundiza la precariedad del hábitat de nuestra gente.

Ponemos el acento en  la situación de riesgo que vivimos. Es imperioso advertir  que el peligro  se profundiza. Las luchas no se han detenido, ni aquietado, se elevan reclamos genuinos con nuevos bríos, la represión política y social ensaya ya nuevos  pasos. Queremos abrir nuestra perspectiva hacia lo que se avecina, hacia lo que nos debemos por delante y que tapizará todas nuestras luchas.

Hay semillas del ayer y del presente en este gobierno que se dice nacional y popular pero que profundiza sus políticas de ajuste y entrega como lo hizo en los 90 Menem y quienes lo siguieron. Renacen grupos de choque como los de la UOCRA con Gerardo Martínez a la cabeza, ex agente de inteligencia de la dictadura genocida. Con su accionar ejercitan métodos de persecución de los conocidos grupos de tareas, dando continuidad a una práctica que no es nueva en la fuerza política gobernante. ¡Allí es donde el pasado y el presente se unen! El ataque es múltiple: inflación, recesión, devaluación, salarios por decretos, suba de precios, intereses financieros leoninos, entrega y apropiación privada de riquezas naturales. Saqueo de multinacionales mineras, petroleras, pools de siembra, dominación de los puertos o la concesión del río Paraná. Ignominiosa deuda externa; deuda interna con nuestros niños, niñas y jóvenes, con los jubilados y los pueblos originarios; persecución a luchadores sociales. Éste es el verdadero plan de ajuste rabioso, económico y político. Berni u Oyarbide, Jaime o De Vido, Boudou o Zamora, Lázaro Báez o Cristóbal López, son las partes payasescas de un todo. La impunidad política y la corrupción de los funcionarios reafirman sin anestesia que la corrupción mata, la devaluación mata, la deuda externa e interna matan, que el hambre mata, los agrotóxicos matan, la precariedad laboral mata, la trata y el narcotráfico matan, las inundaciones en diversas ciudades también matan. La gran diferencia es que éstos muertos son rápidamente desaparecidos de los medios de comunicación.

Éste gobierno, que se llenó la boca con los Derechos Humanos, tras la excusa de la lucha contra el narcotráfico, enmascara la militarización para reprimir las protestas populares. Esto se agrava con la asunción como Jefe de Inteligencia  y luego aún peor,  ascendido a Jefe del Ejército Argentino, de un militar denunciado como colaboracionista de la Dictadura. César Milani, que ha sido señalado por testigos como responsable de secuestros y  torturas realizadas a Ramón Olivera y su padre, y a Oscar Schaller,  y de  la desaparición del Soldado Conscripto Alberto Ledo, que era su asistente;  ese personaje ha sido elegido por Cristina Fernández para defender su modelo de Gobierno. ¿Cuánto más se descascara el relato oficial cuando se pone al frente del Ejército a un General partícipe del terrorismo de Estado, y que además tiene una causa  por supuesto enriquecimiento ilícito en la Justicia Federal de la Capital? Se pone de manifiesto que  la verdadera intención del gobierno, al designar un militar ducho en desempeñarse como personal de inteligencia y acusado de complicidad con la Dictadura, es que el Ejército intervenga activamente en la persecución y represión de las luchas populares.

Como fue en los ’70, callar es lo mismo que mentir. No callamos, ni nos subordinamos a ningún relato de batallas tardías o ficticias, sean en la casa gris de acá atrás, o como las de Clarín, que encubren el verdadero saqueo.

¡No basta con la foto de votar cada cuatro años! Debemos advertir que las clases dominantes están ya preparadas para reprimir con la nueva Ley Antiterrorista, con el Proyecto X que sigue funcionando, con el objetivo primordial de golpear a  las y los luchadores que no se disciplinan, y preparan su nueva impunidad de responsabilidad política y de Estado con las modificaciones de un nuevo Código Penal y Civil que los libera de cualquier acusación y del paso por la justicia.

Si aprendemos a soñar despiertos, atentos a cualquier engaño, esta crisis real que soportamos puede ser también un punto de inflexión para unirnos y luchar en un solo frente.

Una nueva crisis de representatividad se abre paso. El gobierno cacarea golpes destituyentes todas las semanas, ataca, difama. Mientras firma cualquier cosa fuera del país, maltratando nuestras condiciones de vida con cláusulas secretas. Un ejemplo es la reserva petrolera y gasifica de Vaca Muerta o el pago de la “expropiación” de Repsol sin descontar los daños ambientales y haciéndose cargo de todos los juicios en contra de esta multinacional. Se somete o miente sin ningún rubor, vende nuestro futuro en Nueva York o París. Nos venden cuando se subordinan ante tribunales extranjeros como si fuéramos las palomas del banquete, está a tono con esta economía global, que extrajo de nuestro país en los últimos años, más de 90.000 millones de dólares como ganancias. Mientras tanto, la deuda creció a más de 200.000 millones de dólares. Cada argentina y argentino que nacen deben de entrada más de 5.000 dólares. Hay que recordar que en este rubro, la dictadura genocida la elevó de 160 dólares a 1600, Alfonsín a 2000, Menem la llevó de 2000 a 3740. ¡Estas son las verdaderas décadas ganadas…para ellos! Es por eso que los funcionarios incapaces son premiados con puestos en embajadas en Europa o EE.UU. Mientras somos los pueblos los que pagamos los desastres económico-políticos que provocan estos gobiernos recolonizados. El kirchnerismo apuesta a una gobernabilidad de la crisis ajustando y reprimiendo más. Hay  represiones a la luz del día en todas las provincias, ejercitadas por sus policías aliadas y corruptas, premiadas con aumentos salariales que no se equiparan con ningún trabajador del estado; hay condenas ejemplificadoras sobre trabajadores petroleros, muertes de campesinos pobres y de pueblos originarios que resisten por sobrevivir o defender sus tierras de las apetencias sojeras. La concentración agraria la consiguen por la fuerza de represiones armadas ilegales o por fallos de jueces ladrones. Demuestran, para quienes aún creen en este gobierno, que el barniz progresista al final se agrietó, y ya no le alcanzan las manos para tapar el agua, para ceder y negociar con el FMI y el Club de París, total las consecuencias las pagamos los trabajadores.
 
Mientras tanto, otros embaucadores, como Massa, Scioli, Macri, Urribarri, Randazo, Binner, o Torres del Sel, que también representan a las clases dominantes, se visten con renovados trajes de mentiras, para presentarse como los salvadores del incendio. Pero no olvidemos a qué clase sirven ¡No enfrentarán  la concentración económica explotadora de los capitalistas de adentro y de afuera! El pueblo y los trabajadores tenemos la última palabra, como ya lo están demostrando a lo largo y ancho del país, las luchas de los obreros que resisten a los despidos y recuperan las fábricas, las multitudinarias marchas docentes, las manifestaciones de los pueblos originarios y  de los desocupados.

Las fuerzas populares, los partidos de izquierda y los organismos de DD.HH y el sindicalismo combativo debemos prepararnos para estos escenarios de luchas sin perder de vista lo que hemos conseguido y todo lo que nos falta. Solo los pusilánimes pueden retroceder ante estos retos.

Ésta es la bandera que recogemos en cada 24 de marzo que se expresa en todas las miradas de aquí atrás que la dictadura asesina derrotó pero no venció, porque sus sueños, sus empeños consecuentes renacen como la hierba buena cada mañana, en las mentes y los corazones protegidos de la memoria argentina, donde miles de mujeres y varones seguirán rompiendo cadenas, como dice nuestro himno, por una tierra venturosa y libre de cualquier atadura, que nos prometemos y les debemos.

¡La lucha por la  absolución de los compañeros petroleros será la continuidad de la lucha de nuestros compañeros y compañeras desaparecidos!!

¡Fuerza, compañeros y compañeras!!!


·        30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!

·        Juicio y castigo a los responsables civiles, militares y económicos de la dictadura!

·        Juicio y castigo a los responsables de la desaparición de Julio López y Silvia Suppo.

·        ¡Fuera Milani!

·        ¡Absolución de los petroleros de las Heras y a los más de 7000 luchadores sociales judicializados!

·        Desmantelamiento de las redes de trata. Con vida se las llevaron, con vida las queremos.

·        ¡Con impunidad, ajuste, saqueo y represión, no hay Derechos Humanos!

·        Ni un pibe menos. El hambre es un crimen.













lunes, 24 de febrero de 2014

ONCE - A 2 AÑOS DE LA TRAGEDIA - DOCUMENTO FINAL CONSENSUADO POR LOS FAMILIARES PARA EL ACTO EN PLAZA DE MAYO

Desde hace dos años estamos tratando de aprender algo imposible: convivir con esta tristeza. No podemos, ni podremos vivir con ella. Esa es la única lucha que sabemos que vamos a perder. Pero sí aprendimos como se llora en silencio y sin lágrimas cuando se exige con la frente en alto. Y lo hemos hecho por la convicción de este grupo. Por su cohesión y valentía. Con orgullo podemos decir que hemos logrado que el escepticismo social de los primeros días se haya convertido en este apoyo sin condiciones. Somos como cada uno de ustedes, por eso estamos acá, juntos y exigiendo lo mismo.
 Aprendimos, también, a cuidarnos de quienes  han tratado y tratan de lastimarnos y de ensuciar la memoria de nuestros muertos. Son los que se embanderan en un partidismo que pierde el sentido cuando es puesto por delante del dolor ajeno. Son los que no entienden que este no es un acto ni contra el gobierno, ni contra nadie. Este es  un acto organizado por familias como las de todos, para gritar su verdad, para exigir justicia y para intentar que nadie vuelva a atravesar lo mismo que nosotros. Y que es acompañado por todos los argentinos que en esta plaza o a lo largo del país, se sienten al lado nuestro. Señalar las irresponsabilidades de quienes deben cuidarnos no es ir contra ellos, sino que es ir a favor de la verdad.
 Pero hay muchos que no lo entienden, y  atrás de una cara, un apellido o una bandera se enceguecen. ¿Qué proyecto es el que los obliga a menospreciar nuestra lucha?¿Cual es la maravillosa década  que creen construir cuando intentan  lastimarnos con palabras vacías de respeto? Aún así, jamás ha salido de nuestra boca un solo insulto, ni escribimos una sola palabra que no estuviese apoyada por la realidad. Ellos son los que eligieron separarse de quienes queremos un país sin asesinos de escritorio, como llamamos a los procesados en este mismo lugar hace exactamente un año. Esa fragmentación dañina ha sido impulsada por quienes se creen los dueños de la verdad y la vida de cada uno de nosotros, los que se creen que desde el poder se digita a su antojo a las voluntades de las mayorías, los que creen que no hay final para el atropello y para la corrupción.
Pero claro que habrá un final para todo eso. Todos, ellos y nosotros lo sabemos. Lo que no se terminará nunca es la convicción de que la enorme mayoría  de los argentinos de buena voluntad nos respalda, y ha sido un apoyo fundamental para llegar hasta aquí.
La tragedia del 22 de febrero nos obligó a elegir entre varios caminos. Pudimos haber elegido el de generar lástima, el de no luchar y quedarnos solo mostrando el dolor. No lo hicimos. Pudimos haber elegido el de sentarnos en los despachos de Casa Rosada cuando desde el ministerio del Interior se nos convocaba constantemente para , según decían, “trabajar juntos” tratando de captarnos, de sacarse una foto, de conseguir nuestro aval. No lo hicimos. Pudimos elegir el más fácil de todos, el de quedarnos callados en nuestras casas pensando que en este país nunca pasaría nada. Pero no lo hicimos.
Elegimos el camino de no claudicar, de no dejarnos comprar, de no callarnos nunca, el de enfrentar al poder de turno sin que nos tiemble la voz, el de gritar cuantas veces querrámos que nos acompaña cada argentino que necesita, quiere y lucha un país mas justo. 
Al gobierno le exigimos desde el primer día lo que merecíamos. Que nos ayudaran, que no nos abandonaran, que nos vieran. Una ayuda integral, un seguimiento de las lesiones físicas y psíquicas de los heridos y de cada una de las personas que integramos los grupos de familiares. Nunca lo hicieron.
Señalamos como principal responsable de ese abandono sistemático, planificado e intencional  a la señora presidenta Cristina Fernandez de Kirchner. Es responsable porque desoyó a la Justicia cuando instó a “todos los poderes del Estado” a que nos brindaran ayuda integral e imprescindible; es responsable porque nunca instruyó a sus ministros y secretarios a que se ocuparan de todos nosotros  y de las consecuencias del desastre al que nos arrastraron. Es responsable porque nunca le importamos ni le importaron nuestras heridas del cuerpo, de la mente, del alma y de la vida que la masacre nos dejò para siempre. Responsable porque nunca quiso mirarnos. ¿Realmente se considera la Presidenta de los 41 millones de argentinos? Lo hecho con nosotros demuestra que eso no es así.
No habrá tenido tiempo. Pero si tuvo tiempo en estos dos años para lapidar públicamente a quienes opinan diferente, para creerse inmune a los errores, para nunca reconocer una falla en su gestión pero si para señalar con el dedo  a quienes critican a este proyecto.
Habrá creído que con  que con reuniones segmentadas y con ayudas aisladas, condicionadas al apoyo político y a la adulación a la que la tienen acostumbrada dentro su proyecto, el reclamo no existiría. Somos más de 900 familias las damnificadas; no puede olvidarse.
Nosotros no necesitamos limosna. Eso nos ofende. Nosotros necesitábamos el cuidado integral de un Estado presente, un Estado que nos acompañara, que demostrara que le interesamos mas que para una foto.
Eso nunca sucedió. Un Gobierno que se ufana de estar del lado de los más necesitados nos abandonó a nuestra suerte.
Deben creer que todo se soluciona con plata. Es lógico. Probablemente ese sea su pensamiento, su manera de ejercer el poder y de hacer política. Nosotros tenemos otra manera de vivir, y es con dignidad y sin arrodillarnos ante nadie para reclamar lo que nos corresponde por derecho propio.
Muchos de los heridos nunca han podido retomar sus tareas, sus trabajos ni su vida normal, los daños colaterales de la tragedia son muchos y aún hoy se nos siguen manifestando. Las enfermedades producto del dolor y la angustia se multiplican en nuestros cuerpos, y siguen apareciendo cuando menos las esperamos.
Una vez más desde los despachos eso no se quiere ver y parece que no existe. Pero a pesar de todo, y con un esfuerzo infinito acá estamos, denunciando una vez más el abandono del que fuimos víctimas desde febrero de 2012.
Y que ya no tienen vuelta atrás, ni solución.
Pero, eso sí,  los lazos entre el Gobierno y los procesados permanecieron firmes como siempre.
Para las víctimas, la desidia; para los responsables el amiguismo y la complicidad.
Por eso, Ricardo Jaime, quien ya fue condenado por intentar ocultar documentación en otra causa,  pudo decir sin empacho que él es un “militante de este proyecto”, sin que se alzara ni una sola voz del oficialismo para repudiar tales afirmaciones.
Antonio Sícaro, otro de los procesados, sigue paseándose  por los pasillos de Casa Rosada, asesorando al ministro Randazzo como un monje negro en las sombras, y consiguiendo puestos para él y sus familiares.Nosotros denunciamos lo que sucede. No condenamos de antemano, no somos como ellos que no dudan en demonizar a quien piensa diferente. Es la Justicia la que los procesó, no nosotros,  y si bien nadie es culpable hasta que eso no sea probado, está claro de que lado esta el Gobierno en este causa, ya que los encubre y los oculta. En definitiva, los cuida. Pero no es solo el poder político quien cubre a los responsables. Los hermanos Cirigliano  siguen  recibiendo dinero de este Gobierno para reparar trenes en su empresa Emfer, que debió haber sido estatizada,y puesta en mano de los trabajadores. Estos últimos han denunciado que, con la complicidad y el aval de miembros del poder judicial, los Cirigliano han armado causas en contra de sus delegados gremiales y los han perseguido por haber protegido y rescatado documentación  fundamental en las pericias contables que sustentaron sus procesamientos. Una vez más, quienes buscan  la verdad, quienes protegen su fuente laboral, quienes están luchando por un país mejor son perseguidos y se encuentran procesados. Y quienes roban, vacían empresas, y cercenan los derechos laborales son avalados en su accionar por los poderes políticos, judicial, y económico.


Lo hemos dicho, y lo repetimos sin cansarnos: los procesados y este gobierno son parte lo mismo.
No solo hay ex funcionarios y empresarios amigos y socios de esta gestión en el banquillo de los acusados, sino que además,  son funcionales unos a otros,  en un entramado cuyo único objetivo es la continuidad de la impunidad y de la corrupción.
En 2013, desde el Poder Ejecutivo se impulsó una reforma al Código Civil. Si bien los cambios en nuestra sociedad hacen necesario reacomodar algunas normas,  para esas modificaciones  es imprescindible un amplio debate en el Congreso de la Nación. Estos cambios, No pueden ser fruto de la necesidad política coyuntura o de unas elecciones pérdidas, o de la posibilidad de garantizar impunidad a quienes estuvieron al frente de responsabilidades de gestión y administración.

El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo,  incluye la inadmisible intención de anular la responsabilidad civil del estado.   Su promulgación, en los términos que fue presentada, conlleva mas puertas abiertas a la impunidad de los funcionarios, eludiendo el principio básico de igualdad ante la ley. ¿Porqué un funcionario tendría que tener prerrogativas ante la comisión de un delito, un ilícito o una irregularidad?
 La responsabilidad penal y civil, ya sea de los Estados nacional, provincial o municipal  no sólo debe mantenerse, sino que impulsamos al Poder Legislativo a tratar y sancionar una ley que determine la imprescriptibilidad de los delitos cometidos por los funcionarios.
 Una norma donde se contemple para el funcionario responsable,  el agravamiento de las penas por el uso abusivo del poder en beneficio propio o de intereses que vayan contra la Nación y los ciudadanos. Mucho más si por su acción u omisión se generen muertes.La ciudadanía está cansada de ver a los poderosos impunes, mientras las víctimas se multiplican.


Kheyvis, Cromañón, AMIA, Embajada de Israel, Mariano Ferreyra, Luciano arruga, los muertos de diciembre de 2001, los muertos de la tragedia de Once, y tantos mas….Todos ellos tuvieron la necesaria participación de funcionarios del poder político. Algunos de ellos obtuvieron justicia, otros todavía estamos esperando. Basta de impunidad, todos exigimos justicia.
Consideramos que ningún juez debe “hacer política con sus fallos” como pidió el Secretario de Justicia de la Nación, Julián Dominguez. Los ciudadanos exigimos a los magistrados de este país, idoneidad, independencia y trabajo. Que evalúen las pruebas y que no les tiemble el pulso a la hora de condenar a un funcionario, sea del signo que se. La sociedad necesita confiar en ellos. Les pedimos que se esfuercen para que podamos sentir que nos cuidan de los asesinos y los corruptos. Y eso solo será imposible si  el Poder Judicial  se mantiene ajeno a las intromisiones del poder político.
Que distintos somos a ellos. Nosotros, aquí, juntos, exigiendo justicia. Del otro lado, por ejemplo, el ministro Randazzo, quien no tiene el menor empacho “en jugar cualquier partido” según sus palabras, en la carrera presidencial del 2015, basándose en su trabajo en el área de Interior y Transporte.
Eso es usar la función pública para la que le pagamos todos nosotros, y que es su obligación cumplir con eficiencia,  para un rédito político y personal. Eso lo pinta de cuerpo entero.
Falta mucho tiempo para el recambio de gobierno, y aun hoy, los resultados de su gestión en el transporte están por verse. Sin embargo, la imprescindible reconversión ferroviaria producto de la masacre de inocentes en Once y en Castelar es usada como trampolín para conseguir más y más poder. Imaginarse en el despacho presidencial evidentemente lo obnubila y no lo deja ver los errores del gobierno del que forma parte. Insiste en pedir que no se le exija en un año y medio “lo que no se hizo en 50”.
El ministro se olvida que de esos 50 años, 10 le corresponden al proyecto del que forma parte. Ese es solo un ejemplo de su manera de mirar la realidad. Para ellos existen solo les hechos que les convienen. El resto no. Así, por ejemplo, durante meses nos recordó el trayecto vía China del primer tren comprado por contratación directa, y sin ningún tipo de control.
Mientras tanto, los pasajeros siguen viajando en condiciones paupérrimas, y los trabajadores tienen que lidiar con talleres desguasados.
Durante meses hemos visto a trenes como el chapa 7, el chapa 18, el chapa 20, que están sobre las vías estando en las mismas condiciones de seguridad que el tren de la tragedia. Sin seguridad, con las puertas abiertas, con un mantenimiento básico. Es decir, al borde de otro desastre.
La mínima frecuencia de salida, hace que los trenes viajen repletos, y que los trayectos aumenten su duración en un 50 por ciento. Ese sufrimiento es cotidiano, y le ponemos el cuerpo cada uno de quienes tenemos que subirnos a esos trenes. Somos los mismos que avisamos que si las estructuras de seguridad no eran modificadas, las tragedias podrían repetirse.
Ni los trabajadores, ni los usuarios, ni este grupo de familiares fuimos escuchados. Y los desastres no perdonaron y se repitieron.
El 13 de junio de 2013, sin ningún sistema de seguridad que lo detuviese, un tren impactó a otro a metros de la Estación de Castelar.
Y más allá de las investigaciones, el resultado más trágico quedó en el olvido.
 Fueron las tres vidas perdidas ese día. Se debatió durante meses sobre las responsabilidades.



Sin embargo, el Gobierno logró silenciar la existencia de tres muertes, ya que Ezequiel, María Laura y Cristian, viajaban en el tren chapa 19, una unidad sin ningún tipo de seguridad. La responsabilidad de que ese tren  estuviese sobre las vías tiene nombre y apellido: Florencio Randazzo.
Nosotros repudiamos enérgicamente a los conductores irresponsables  que juegan con la vida de los pasajeros cuando que violan los límites de velocidad, las señales de detención, cuando no prestan atención o van a trabajar sin el descanso necesario y se niegan a todo tipo de controles.
Condenamos firmemente esas actitudes que merecen todo nuestro rechazo. La falta de cuidado por el prójimo quedó comprobada en la segunda tragedia de Once, el 19 de octubre de 2013. Esperamos que la justicia también determine las responsabilidades en esos casos.



Pero ninguno de los desastres de 2013 hubiésen sucedido si después de la tragedia de Once se hubieran instalado sistemas de seguridad que detuviesen trenes que violan señales o van a más velocidad de la permitida.
Durante meses nuestros comunicados nunca dejaron de incluir las denuncias sobre los gastos estéticos en unidades y estaciones  por sobre la imprescindible seguridad sobre las vías. Y esa sordera, no es ni de los trabajadores, ni de los usuarios, sino de quines deciden desde los despachos en que se gasta y en que no.
Entonces, claro que hubo inconductas en algunos trabajadores, claro que son co-responsables de lo que pasó, claro que debe caerles encima todo el peso de la ley.
Pero nunca debemos olvidarnos que cada cosa que pasa en el área del transporte,  por más mínima que sea tiene un responsable, y ese no es otro que el ministro de área.

Es el mismo que ante la denuncia de la utilización de materiales cancerígenos en la construcción de los nuevos vagones chinos se contenta con una repuesta por carta de la empresa fabricante negando tal posibilidad en lugar de exigir una investigación profunda de los organismos pertinentes de nuestro país.
 Una vez más, los avisos y denuncias, vengan de donde vengan, son ignoradas, con una soberbia inexplicable e indigna de un funcionario público.
Lo que pedimos es que los materiales sean peritados por personal idóneo, que se asegure con controles exhaustivos que la salud de trabajadores y usuarios estará resguardada y que los millones de dólares gastados en contrataciones directas no han sido para comprar vagones construídos con sustancias dañinas para la salud. ¿Eso es mucho pedir señor ministro?
Somos muy críticos de su gestión hasta el momento, señor ministro, esa no es una novedad.
  Pero aún así, deseamos que la  modernización sea puesta en marcha y sirva para que quienes usamos los trenes urbanos y suburbanos podamos viajar seguros y en condiciones dignas. ¿Somos propaladores de malas noticias por pedir que intervenga seriamente y no conformándose con una misiva de los fabricantes? ¿No está entre sus funciones cuidar de cada detalle de una inversión millonaria? ¿O es que ésta solo sirve para que haga campañas de difusión gigantescas, y se auto proclame precandidato presidencial? Hace unos días, el gobierno nacional disolvió las unidades de gestión operativas UGOFE y UGOMS y dispuso que las líneas Mitre y San Martín sean operadas por el grupo Roggio, y que las líneas Belgrano Sur y Roca sean operadas por el grupo Emepa.
Es decir, las mismas empresas que explotan el servicio de subterráneos y que fueron denunciadas por usuarios, gremios y legisladores por girar dineros provenientes del Estado a otras empresas unidas administrativamente a ellas y no invertir en seguridad y mantenimiento, ahora gerenciarán también el servicio de trenes en dichas líneas.

Quiénes aplicaron en el subte la misma lógica que los Cirigliano en el Sarmiento, ahora tendrán la posibilidad de seguir haciendo negocios llenándose los bolsillos  con los trenes. El gerenciamiento incluye, por ejemplo, una retribución mensual por operación, la posibilidad de que se contrate empresas controladas o controlantes del mismo grupo empresarial sin licitación pública,  la explotación de los negocios colaterales, como publicidad y el alquiler de locales en los andénes.  
¿No es eso ofrecerles lisa y llanamente la oportunidad de hacer negocios a cuenta del dinero público?
Se prometen controles férreos y multas millonarias. Esperamos que se cumplan, y que no se replique el modelo corrupto instrumentado por Jaime y los Cirigliano. Este blanqueamiento nos genera a todos muchas dudas, y tenemos todas las razones para tenerlas.
No por esperar que las cosas salgan mal, sino porque la historia nos marca a fuego para tener que estar atentos.

Desde la ola privatizadora de los 90 que los mismos apellidos dan vueltas y vueltas, siempre acomodándose y encontrando la puerta adecuada para entrar a Balcarce 50 y ser recibidos con los brazos abiertos.
EL 18 de marzo dará inicio el juicio oral y público. Ese día será el primero de una larga serie de audiencias para escuchar a los 300 testigos  y juzgar a los 29 procesados, entre ellos cinco ex funcionarios de este gobierno, como Ricardo Jaime y  Juan Pablo Schiavi, y los empresarios  Cirigliano.
Todo un país, encabezado por estos familiares, estaremos atentos a su desarrollo.
Así como desde 2012 hemos acompañado, con coincidencias y diferencias el desarrollo de la instrucción y las decisiones de las Cámaras correspondientes, ahora estaremos firmes cada día en que los jueces del Tribunal Oral Federal 2 valoren la prueba que tendrán en sus manos. Tenemos la convicción que se llega al juzgamiento con las responsabilidades claramente probadas.
Y volvemos a decir y a ratificar enfáticamente que, a nuestro entender,  la tragedia de Once se originó en los despachos y fue creciendo cada vez que se cajoneó una denuncia, cada vez que no se aplicó una multa, cada vez que se dejó hacer a los Cirigliano lo que desearan con los dineros públicos, cada vez que no se quiso ver que el Sarmiento se degradaba todos los días.
Quienes tuvieron todos los medios para  evitar una desgracia, sabían que con su conducta negligente estaban generando las condiciones para un desastre. No hicieron nada para evitarlo.
 Fue una acción absolutamente intencional, a la que le pusieron un valor monetario o político, para dejar que todos los días se diera un pasó mas hacia la muerte de inocentes. Todos se enriquecían, mientras nosotros caminábamos lentamente hacia el dolor.
Por eso, esperamos además que como resultado de las declaraciones testimoniales que se sumen a las pericias  surja la imperiosa necesidad de que el ministro Julio De Vido sea citado para explicar su responsabilidad en el indecoroso desempeño de sus subalternos.
Si sabía lo que pasaba, también es cómplice y debe ser juzgado, y si no lo sabía debe renunciar inmediatamente a su cargo, por la manifiesta incapacidad de no haber podido o no querido ver que la corrupción existente en áreas de su competencia.
A las víctimas de Once las mató la corrupción enquistada en el poder, no murieron por un error humano de Marcos Córdoba que también deberá ser dilucidado en el juicio.
Murieron por la ambición enferma de dinero y poder de funcionarios, empresarios y sindicalistas corruptos. Murieron porque los negocios entre ladrones y asesinos de despacho pudieron más que el respeto a la vida ajena.
Murieron porque el valor de tenerlos con nosotros fue violado desde las esferas de poder, porque se decidió que los inocentes valían menos que una coima, que un viaje al exterior o que un yate. Murieron porque los responsables decidieron que no importaba lo que sucediera mientras su cuenta bancaria se engrosara.
Murieron porque desde el poder político y empresarial se decidió que así debía ser para lograr sus objetivos.
Este año, y muy probablemente todo el próximo, estaremos esperando las respuestas de la Justicia. Estaremos atentos a cada declaración y a cada medida que se tome. Estaremos levantándonos cada día, a cada caída, el tiempo que sea necesario para ver a los responsables condenados. También para exigir que las promesas realizadas se cumplan, para seguir señalando cada negociado y cada mentira dicha.
 No somos ni héroes, ni ejemplos. Somos un grupo de gente común, como cualquiera de ustedes, exigiendo ver que los responsables de tanto dolor paguen sus culpas.
Seguimos manteniendo vivos  a cada uno de los 52  en nosostros y en el pedido de todos los que nos acompañan. Vivos en nuestro reclamo, vivos en esta lucha desigual pero digna, vivos, al fin y al cabo, en cada uno de quines creen que un país sano y justo es aquél en el que quienes causan muertes, terminan presos, y quienes luchamos por la vida, estamos juntos, aún con el corazón destrozado pero con la voluntad, la confianza y la fuerza intactas.
Muchas gracias por acompañarnos.