La tarde nublada
del sábado con su viento fresco cruzando Avenida Blas Parera junto a las
instalaciones todavía cerradas de la fábrica de jugos ex Naranpol
fue motivo de encuentro con algunos compañeros que vienen llevando esta
lucha por mantener la fuente de trabajo
y lograr convertirse en una cooperativa de trabajadores ante la quiebra de la
patronal.
La tarde se
vistió de chicos porque el motivo fue hacer una chocolatada tanto para la barriada
que los apoya como para los compañeros que se hicieron presentes. Llegaron despacio, en grupos pequeños, se
hicieron un puñado numeroso cuando el payaso alegro en sus sonrisas vergonzosas
esa necesidad que acogota la panza.
La Yeni alegro la tarde, haciendo participar a
los mismos compañeros de la Ex Naranpol, en juegos de chicos que se reían de
sus ocurrencias.
Por último, Alejandro tomó la palabra, historió la lucha y compromiso de todos sus
compañeros por no aflojar, construir esta cooperativa, y hacer de Naranpol una
fábrica de obreros sin patrones.
El chocolate
voló como el viento, se fueron los sanguis
y las facturas, todo preparado a pulmón para estos chicos que volvieron
a sus barrios con sus padres, sabiendo que en la fábrica, como en sus calles castigadas se vive, late el corazón por la misma lucha de
todos los días. Trabajo, pan, salud, una casa digna, y una patria para todos.